La localidad está a 4.5 kilómetros al sur de la cabecera municipal de Texmelucan. Sus tradiciones están ligadas a las manifestaciones dancísticas del Carnaval, y la representación de la Batalla del 5 de Mayo donde decenas de lugareños gustan bailar recorriendo las calles, ataviados de los trajes típicos de la temporada.
La Fiesta patronal es el 30 de septiembre dedicada al a advocación de San Jerónimo, traductor de la Biblia y mártir del cristianismo.
La organización de la fiesta corre por los mayordomos o fiscales y se prepara con mucha antelación para conseguir los recursos para las celebraciones eucarísticas y las festividades sociales. El templo es pintado completamente para la ocasión y antes del novenario ya ostenta ornamentación e iluminación sumamente vistosa. El novenario incluye celebraciones eucarísticas sufragadas por diversas familias quienes costean el adorno del templo y los ofrecimientos. Hay donaciones para la indumentaria sagrada del santo patrono, la música, adorno del atrio e interior del templo. El día principal se acostumbran las mañanitas con mariachi y bandas; hay quema de gruesas de cohetones y fuegos pirotécnicos con toritos y castillos; el mayordomo ofrece la comida o cena. Hay confirmaciones y primeras comuniones con la asistencia de decenas de feligreses.
En las casas los anfitriones son muy generosos con sus invitados a quienes ofrecen mole poblano, carnitas de cerdo u notros guisos tradicionales; se acostumbra a poner el itacate, por eso los convidados llevan panes de fiesta o canastos de futas.
En los últimos tiempos han ganado mucha popularidad los bailes públicos con grupos, bandas y sonideros afamados, que harán el gusto de cientos de asistentes.